domingo, 14 de agosto de 2011

De cómo Berlín (14) Final de la segunda semana y depresión post-vacacional.


                Han volado los días con Sire. Parece que era ayer cuando aún estaba esperando a que llegara. Al final todo fue bien. Me he llevado lo suficiente con sus amigos, y con ella, aunque hemos discutido bastante, he pasado los mejores días en Berlín –por ahora, aunque muy probablemente seguirán siéndolo-. Tres días y tres noches y media –se fueron a las 4 de la mañana, dejándonos en la estación a mí y a un grupo de 200 hooligans del Hertha Berlin-, supongo que lo suficiente para quitar el gusanillo, pero ha sido más bien un refresco: tengo ganas de más. Y cuanto antes, mejor. 20 días para eso.
                Con ella y sus amigos he visitado la cúpula del Parlamento, muy recomendable, con unas vistas bonitas y una audioguía que las explica bien, museos de Museumsinsel como el de Pérgamo y el museo del cine, que nos gustó a los dos bastante. Y la casa Tacheles y la East Side gallery. Hemos comido de supermercado y cenado pasta, siempre pasta. Y andado mucho por sitios por los que ya había transitado antes y que comenté en este mismo blog también. Y yo, al menos, recordaré estos días como unos en los que me he reído mucho.
                He estado cómodo, he estado feliz. Aunque todo se vino abajo en un momento muy bonito que vivimos, abrazados en Alexanderplatz, de noche, mientras una cantautora rubia, joven y modernita cantaba con su guitarra Wonderwall de Oasis. Yo hubiera quitado los maybes, aun así. Siento ponerme sentimentaloide pero estuvo muy bien. Poder cerrar los ojos, estar cómodo y que te la sudara que mil personas pasaran a tu alrededor es algo que nunca había sentido, o al menos no tan fuerte. Y eso, que al final Sire se marchó. Y aún me quedan 11 días aquí.
                Me apetece poco pasar tanto tiempo en Berlín. Me conozco casi toda la ciudad y ya la he visto con ella. Me quedan un par de cosas, como el castillo de Charlottenburg, un mercadillo muy típico o un parque que hay por ahí al este. Y aprender un poco más de alemán. El 16, mañana vamos, viene Irene, con sus padres y su hermano. También tengo ganas de verla, que desde junio nada. Y estarán hasta el 21. En fin, que aún me queda un ratito aquí, que probablemente estará mejor que Zaragoza o mi pueblo en estas fechas. Pero las cosas empeoran bastante cuando no está ella. Y sí, soy un pastelazo y quizá debería callarme estos rollos o lo que sea. Pero ya no me vale con que mi mismidad me mime. 


http://www.youtube.com/watch?v=0gVxRvNfFLg
 
Supongo que será este video, está bloqueado en Alemania.

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