lunes, 29 de agosto de 2011

6- Museos


Bueno, un poco de información sobre los museos. Hay muchos, yo he visitado sólo cinco. Tres de ellos en la isla de los museos, que merece la pena. 8 € para estudiantes por un ticket para entrar en todos los museos, para menores de 18 años (incluido los que cuenten con esta edad) son todos gratis. El museo del cine, 4 € 50 para estudiantes y 6 para los demás, bastante chulo –aunque todo está en inglés y alemán, hay que tener un conocimiento mínimo de cualquiera de los dos para entender algo-. El museo de la Stasi, 4 € también para estudiantes, aunque no me pareció muy recomendable, interesante pero con poco material. El resto de los expuestos, en cambio, tienen material de sobra, uno puede echar 2, 3 horas en ellos sin problemas.
Generalizando, la mayoría de museos tienen unas tarifas parecidas a las de estos, y su horario suele ir de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Los jueves, que supongo que será el día museístico de la semana, abren hasta las 10 de la noche. Además, en verano se celebra la noche de los museos, en la que se pueden visitar todos hasta la media noche por un precio más bajo (no sé exactamente cuál, porque este año se celebró un día después de mi marcha).


7- Berlín de noche


Sobre la vida nocturna de Berlín unos cuantos apuntes, aunque yo no la experimenté en demasía. Por lo que vi, hay fiesta en casi todas las paradas de metro, muchos jóvenes paraban en sitios inverosímiles –como mi zona, que era muy tranquila-. En Berlín no hay restricción sobre el consumo de alcohol en la calle, lo que provoca que se produzcan mini-botellones en todos lados. Es la ciudad del Minimal tecno, así que muchos clubs ponen música de este tipo, aunque supongo que habrá bares muy variados. La oferta es tan amplia como la cultural, las discotecas más conocidas son Matrix, WeekEnd o Tresor, pero hay una cantidad ingente de sitios a los que se puede ir. Sobre precios, un poco más caro que Madrid, cerveza a 3 euros, cubatas a 6, la entrada a casi todos los locales va de 5 a 8 euros sin copa incluida. Por lo general, los seguratas valorarán tu estilo y tu seguridad, el ánimo que lleves o lo guapo que seas para dejarte entrar a los más selectos. No suele ser necesario vestir elegante. No hace falta decir que hay fiesta todos los días de la semana. Las casas okupa siempre han sido muy atractivas para por la noche, aunque Tacheles está de capa caída y han cerrado el bar y la terraza, o eso me pareció entender al visitarla.



8- Qué comer, qué beber.


                La comida alemana no me ha gustado. Todo lleva mostaza y soy alérgico. Pero para los fans de la carne, la patata y las salsas, será una delicia. Los platos en restaurantes son muy grandes, suelen costar unos 8 euros. Típicas son las Bouletten, hamburguesas hechas con una carne picada algo diferente a la nuestra, el codillo, las salchichas. Especialmente la Currywurst, que va con salsa de curry y se puede comprar por 1 euro o euro y medio en muchos establecimientos ambulantes. Restaurantes hay de todo tipo, vietnamitas, kebabs, indios, turcos, chinos –mucha gente va por ahí con unas cajas de tallarines pero a mí se me repitieron bastante al probarlos-, españoles (casi todos conocidos como “NOMBRE+Tapas Bar”). Es casi obligatorio pagar una propina de un 15%, aunque si el servicio no ha sido muy bueno no hay por qué pagarla. Por supuesto, los supermercados son la opción más barata, los más abundantes son Kaiser´s, Aldi y Lidl. Las marcas buenas son aceptables, yo no podría haber subsistido sin mis copas de chocolate y vainilla con nata por 0,19 la unidad.
                Sobre la bebida, lo mejor es la cerveza, cómo no. Típicas las Pilsner, la cerveza blanca, aunque también tienen negra. En verano se lleva mucho la Berliner Weisse, una cerveza bastante asquerosa sola pero que con sorbete –de fresa o de hierbas- está muy rica. Si escucháis Radler, es cerveza con limón. Suelen llevar marcas buenas, en eso son bastante sibaritas, así que no esperéis precios bajos en locales. Y ojo con el agua, que suele venir con gas (Stilles Wasser es la mineral normal).




9- Precauciones


Además de llevar ojo con ciclistas, revisores, aguas con gas y punkies, no salgáis nunca de casa sin un chubasquero, cambia muy rápido el tiempo. Sin ser una ciudad violenta, hay bastantes atracos y trifulcas –los dos equipos de fútbol tienen grupos Hooligans reconocidos-, pero contra eso no se puede hacer nada. Aunque haya buses y tranvías por la noche, deberíais mirar bien las rutas porque ir de una parada de metro a otra cercana puede ser una odisea en el transporte nocturno, como me sucedió a mí. Zonas como el Tiergarten por la noche están llenas de putas y yonkies, así que cuidado también. Si os dicen Achtung o pass auf, os dicen que llevéis cuidado, por algo será. En todas las paradas de metro hay un botoncito para avisar de atracos, la ciudad está llena de publicidad sobre empresas de seguridad y eso, así que supongo que en algunas zonas habrá problemas. Grupos neonazis habrá también, pero yo no vi ninguno.
Ah, que no se os olvide guardar las botellas -de cristal o plástico- de las bebidas que toméis, en los supermercados se pueden devolver a cambio de una suma de dinero (Pfand), hay unas máquinas con esa función.

10- Las 5 visitas que más me han gustado.



Cúpula del Reichstag

                Buenísima la visita a la cúpula de este edificio. Es gratis, aunque hay que registrarse por internet con 3 días de antelación como mínimo. Te dan una audioguía automática –se van activando las pistas a medida que avanzas por el recorrido- muy completa, en las que se dan nociones tanto de historia de Berlín y Alemania como de qué son la mitad de los edificios que se pueden ver desde la cúpula. Muy buenas vistas, se hace rápido, es gratis y se aprende. Obligada.




En bicicleta por el Tiergarten

                El Tiergarten es un parque gigante. Yo lo recorrí en bici y me pareció la mejor forma de hacerlo. Además de la Siegessäule, están gran parte de los edificios políticos de Berlín, la cancillería, un palacio precioso –en el blog una foto de este con un señor con pelo en pecho-, un par de laguitos. Todo a orillas del Spree, uno de los dos ríos de Berlín y el más conocido. Para hacer la visita es necesario un mapa y plan previo, pero lo dicho, muy recomendable.




Otro parque, Viktoria park.

                Este parque está en Kreuzberg, al lado del puente aéreo y del aeropuerto abandonado Tempelhof. No suele estar incluido como visita obligada en ninguna guía, pero a mí me gustó mucho. Si bien es cierto que me gusta mucho la naturaleza, a pesar de mis alergias, este parque me parece muy distinto a todo lo que había visto antes. No es muy grande, está sobre una colina, cuenta con muchísimos caminos secundarios y sendas que dirigen a la cumbre de esta, donde se encuentra un monumento a la victoria sobre Napoleón. Desde ahí, unas vistas impresionantes, es uno de los puntos naturales más altos de la ciudad. El mismo parque está surcado por cascadas naturales en las que muchos chavales jugaban cuando yo pasé. No sé, quizá no imprescindible pero recordable.



 
Flohmarkt am Mauerpark

                Otro parque, aunque aquí lo importante es la gente que lo ocupa. Todos los domingos, a partir de las 10 de la mañana más o menos, se abre un mercadillo en Mauerpark, al norte de la ciudad. Además del mercadillo, hay mucho ambiente, ya que se prepara un Karaoke público –aunque cuando estuve yo simplemente había un tío que cantaba canciones y al que le tenían que hacer los coros las más de 300 personas que le estaban escuchando-, actividades y atracciones para niños –toboganes, castillos de tela, columpios-. Todo con la presencia de lo más alternativo y perroflauta de la sociedad berlinesa. Como es lógico, en el mercadillo hay que regatear, fuera de este uno se puede relajar más –todo el mundo va con sus cervezas o a lo que le den-. Está abierto hasta las 8 9 de la tarde.



Bundeszentrale für politische Bildung (Centro de educación política)

               Vale, para esta visita uno ha de saber alemán, o tener intención de aprender. Es un centro de alto rendimiento en la que se enseña una ideología a aquellos que no la tienen. En realidad es una especie de tienda en la que se venden cientos de libros de temáticas variadas –generalmente, historia y política a nivel nacional o internacional- por 1 euro, 4,50 o 7. Además, hay miles de revistas de interés que se pueden coger gratuitamente, así como algunos libros. Yo me llevé un libro de cine, 4 revistas, cada una de unas 30 páginas ojo, de Fútbol, Medios de Masas, Prejuicios y Alemania en los 70/80. También me lleve otros dos libros gratuitos, Alemania y el movimiento poblacional entre 1949 y 1961 y Rock en la DDR. No sé si hay algo parecido en España, pero este centro es el resultado de esa voluntad alemana por no olvidar, por aprender del pasado, voluntad que quizá se eche en falta en este país.


jueves, 25 de agosto de 2011

De cómo Berlín (25) Das Ende

Bueno, en 12 horas más o menos cojo el vuelo para España, me alejaré -poco, 4 días- de cualquier fuente de Internet y volveré a Zaragoza. Si este dolor de cabeza me deja vivir todo eso. No me dolía casi nada hasta el momento en el que he tenido que subir los 3 pisos de escaleras hasta casa, cada paso era un mazazo en la sien entonces. Pero bueno, supongo que sobreviveré. En la cena (en un indio) le he dicho a Theodor que hoy creía que yo iba a dormir muy bien, sería un poco negro eso de palmarla ahora.
En fin, que tenía en mente varias formas de hacer una entrada de cierre fantástica y memorable, pero no estoy para esos trotes. No he hecho aún la maleta y el dolor de cabeza apenas me deja moverme, así que por ahora esperaré a que se pase. He vomitado un rato también. El día ha estado bien, con visitas a Charlottenburg y al Olimpiastadium. Asimismo, me he dado una vuelta por Alexanderplatz para comprarle a Theodor una botellita de Marqués de Cáceres.
Y eso, que el viaje me ha encantado, la experiencia de hacer turismo forever alone, tener la posibilidad de conocer a gente de otras culturas de una forma un poco más madura a la que se suele llevar en este tipo de estancias -y gracias a un idioma que me sigue y seguirá pareciendo bonito, el alemán-. Y theodor y esta habitacionaca lo han hecho más fácil, claro. Pero todo llega a su fin, y ahora toca dedicarse a otras cosas. Me ha gustado poder compartir la experiencia por aquí, mis viajes, mis problemas, alguna vez mis sentimientos. Pero el resto de mi vida tiene que quedar para mí, así que el blog volverá a un estado de inactividad importante, o si lo actualizo será sobre tonterías poco relacionadas con mi día a día. Eso me ha llevado a despegarme un poco de él los últimos días, no es porque haya estado más ocupado ni porque tuviera menos ganas de contarle mis problemas a todo el mundo. Muchas gracias por el seguimiento, tanto a los que han hecho uno más regular como a aquellos que han entrado solo a ver qué era esto o a echar un vistazo a las fotos, 600 visitas desde España en 25 días no están mal -aunque a Max Römer le parecerían una nimiedad-.





 Mi caaasa
 
 Por ahora Theodor seguirá sin dar la cara




Y la canción que ha sonado en todas mis despedidas este verano, aunque no me acaba de gustar para hacer cierre a esto


 

Auf wiedersehen!

De cómo Berlín (24) Al fin, perdido en Berlín

Bueno, son las 2:24 y llevo 10 minutos en casa. Ha sido el último día así que tras una cena en una especie de antiguo cabaret reformado hemos ido los de clase a tomar algo. No he bebido mucho, un litro de cerveza muy espaciado y unos cuantos tragos al absenta 66-sprite de Igor. He conversado profundamente con un amigo suyo sobre las mujeres, que dice que quiere estudiar su psicología en la universidad y a la 1 menos 15 he dicho. Me piro, que tengo que coger el metro un par de veces. Pero estaba cerrado.He intentado volver a casa por mi mismo, de bus en bus y de tranvía en tranvía, pero a las 2 lo he dado por imposible. Así que he cogido un taxi. 7,8 euros desde Oranienburger Tor hasta Thomasiusstrasse, no está mal. El día ha estado bien, he conocido un poco más a todos los de clase antes de despedirnos y estado en un par de clubs guays -uno un poco guayer también-. Pero estoy baldao, así que no voy a escribir mucho. Mi intención hoy era poner una canción sobre Berlín, la letra y su traducción, pero estas dos últimas cosas tendrán que esperar a mañana, Es un poco mierda musicalmente hablando pero describe bien el ambiente nocturno de Berlín a eso de las 6 de la mañana. Dadle una oportunidad, el alemán no es el idioma más bonito del mundo pero es mejor criticarlo con una base sólida.
 Sin más dilación:

La original


Y una cover bastante distinta